VANESA ZANOLINI, AFECTADA POR TINNITUS: «NECESITAMOS UN TRATAMIENTO Y UNA CURA PARA DEJAR DE SUFRIR»
Una vecina de Morón que padece la enfermedad a raíz de un accidente explicó de qué se trata y pidió ayuda gubernamental para encontrar una solución.
Tinnitus es el silbido o zumbido en uno o ambos oídos que puede ser constante o ir y venir, a menudo asociado con la pérdida de audición. Una vecina de Morón, Vanesa Zanolini, padece esta enfermedad a raíz de un accidente a los 22 años (ahora tiene 35) y la contó en El Tanke de Búnker: «Mi caso personal se dio por un accidente automovilístico en la vía pública, tuve una mala caída y se me rompieron los huesitos del oído provocando hipoacusia. Lo que más me afecta es el Tinnitus, ese sonido que no para. Le ocurre a mucha gente, por escuchar a un volúmen muy fuerte con auriculares, por trabajos ruidosos, explosiones».
Vanesa recorrió muchísimos médicos y ninguno le da tratamiento. Por el momento no hay cura. Esto le pasa al 10% de la población mundial. «De esta enfermedad no se sabe y no tenemos respuestas de los médicos. Hay una famosa vacuna que me enteré en estos días que está en fase de desarrollo hace 8 años, que se llama oto313, pero hace 8 años que no avance porque no tiene apoyo gubernamental y es frenada por las propias industrias de prótesis auditivas. Necesitamos un tratamiento y una cura. Nunca fui a hablar con alguien del gobierno, fui a diferentes médicos y nada, en la fundación acúfenos en la que estoy no nos dieron nunca una respuesta», sostuvo.
«No se sabe si es una enfermedad o un síntoma, hay algo de base que es lo que nos provoca eso, en mi caso fue el accidente. En lo personal me afecta más cuando, por ejemplo, estoy pasando momentos de mucho estrés, o cuando hay sonidos como el ruido de un colectivo cuando se abren las puertas o frena. Por suerte a mi en la noche no me pasa y puedo dormir tranquila, pero hay compañeros que sienten como un pitido en el oído y se desvelan porque no pueden dormir», expresó al respecto de cómo es su vida cotidiana.
Por último, remarcó que se tuvo que cambiar de trabajo para no tener tanto dolor y poder vivir más tranquila: «Me tuve que ir de mi trabajo en un shopping, que me afectó mucho y pude poner mi propio microemprendimiento de venta de ropa, lo que me permitió alejarme de los ruidos. A nivel social, lugares en los que hay mucho ruido no la paso bien y no puedo concurrir. Es algo que no para cuando te afecta».
