Política Nacional

UN FISCAL PIDIÓ EL SOBRESEÍMIENTO DE STORNELLI

Para Juan Manuel Pettigiani, el falso abogado D’Alessio no era más que un agente que se movía bajo sus propios intereses y no está probado que su colega porteño tuviera un contacto más que ocasional.

El fiscal ante la Cámara Federal de Mar del Plata, Juan Manuel Pettigiani, pidió hoy el sobreseimiento de su colega porteño, Carlos Stornelli, en la causa en la que fue procesado por formar parte de una presunta asociación ilícita dedicada al espionaje y la extorsión. Se trata del proceso por el que se encuentra detenido el falso abogado Marcelo D’Alessio.

Pettigiani, representante del Ministerio Público Fiscal, señaló que “no hay elementos para sostener la imputación intentada en relación a Carlos Stornelli” y en consecuencia solicitó que sea revocado el fallo en el que el juez federal Alejo Ramos Padilla dispuso su procesamiento.

En ese sentido, a lo largo de las 168 páginas de su dictamen, el fiscal ante la Cámara Federal de Mar del Plata sostuvo que, “en la investigación, solo se acreditó que D’Alessio resultaba un ciudadano particular con inquietudes investigativas”. Claramente, presentando a D’Alessio como un agente independiente, que se movía por sus propios intereses y, en algunas ocasiones, ponía sus servicios a disposición de las personas con las que se vinculaba.

De todos modos, Stornelli es acusado -entre varias cosas- de haber formado parte de la extorsión al empresario Pedro Etchebest, a quien el falso abogado le exigía una importante suma de dinero para no involucrarlo en la causa de los “Cuadernos de Centeno”. Aquella maniobra extorsiva, D’Alessio se reunió con Stornelli en Pinamar y a la vista del empresario.

Otro de los delitos de extorsión que Ramos Padilla le adjudicó a Stornelli tenía como destino al piloto Jorge Castañón, ex marido de la actual pareja del fiscal. El juez federal sostiene que utilizó los servicios de D’Alessio para espiarlo e intentar involucrarlo en un hecho ilícito.

“El intercambio de mensajes descripto sería una de las maniobras consideradas de ‘gravedad mayúscula’ por el juez. Un fiscal federal, preocupado por su situación familiar, consulta a quien le puede facilitar la información acerca de la situación laboral de la expareja de su mujer y frente a una posible situación conflictiva le consulta por posibles canales de acción internos de la empresa. Todo esto en el marco de intercambios por whatsapp. ¿Cuál es la ‘gravedad mayúscula’?”, preguntó Pettigiani en el dictamen.

En ese sentido, consideró que “el análisis de la prueba incorporada muestra que se produjo una arbitraria valoración de la misma y una errónea aplicación de la ley, pues de los hechos imputados entendemos que no hay elementos en ninguno de ellos para sostener la imputación intentada en relación a Carlos Stornelli, provocando un grave perjuicio a la gestión de los intereses que representa este Ministerio Público”.

“Del grupo de personas imputado, Stornelli solo tuvo ocasional contacto con D’Alessio. Ninguno de ellos detentaba vinculación actual con ningún organismo gubernamental. Como particular, D’Alessio se dedicaba al tráfico de información que obtenía por sus propias investigaciones privadas”, sostuvo el fiscal, cercano a Stornelli.

Por ese motivo, el fiscal manifestó que “la utilización que pudiere hacer de la misma no puede ser conectada de forma alguna con la actividad funcional” de Carlos Stornelli y, por ese motivo, remarcó que “la solución procesal adecuada resulta ser el dictado del sobreseimiento”.

Pettigiani también analizó: “Si D’Alessio quería filmar en un espacio público como un hotel a alguien reconociendo la comisión de un delito en perjuicio de su ‘amigo’ el fiscal Stornelli, está actuando dentro del ámbito de libertad que preserva nuestra Constitución Nacional y, como ya explicáramos, tampoco constituye acción de inteligencia alguna”.

La semana pasada, en un fallo de 1.125 páginas, tras exponer la existencia de una organización criminal paraestatal dedicada al espionaje y la extorsión, Ramos Padilla amplió el procesamiento de Stornelli, le ordenó entregar su pasaporte y le fijó una caución real de 10 millones de pesos.

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