El aumento fue aplicado por las firmas Axion, Shell, Puma e YPF, que sumaron a los incrementos de todo el país. De esa forma, los precios en la Ciudad de Buenos Aires pasaron a costar $702 para la nafta súper, $868 para nafta Premium, diesel común a $750 y nafta Premium a $944.
Esta medida fue en base a la decisión de la Secretaría de Energía de autorizar aumentos de 34,44% en el costo de la adquisición del biodiesel, 33,65% para el bioetanol elaborado a base de caña de azúcar, y 28,45% compuesto en base a maíz.
Por esta razón, el presidente de la Cámara de Empresarios de Combustibles, Raúl Castellanos confirmó que con esta medida el gobierno “busca llevar el precio de los combustibles a la paridad de importación”, tratando de igualar así, los precios internacionales.
De la misma forma, Castellanos expresó que «ya se había anunciado que iba a haber un incremento de importancia pero no sabíamos la fecha ni el porcentaje, con lo cual nos llamó la atención que fuera un porcentaje bastante alto», y remarcó que el sector estaba esperando que se recuperara el atraso que tiene el precio de los combustibles.
Por otra parte, el empresario confirmó que «relacionar el precio de la nafta con el dólar parece tirado de los pelos porque cada país tiene su carga impositiva, costos de elaboración y algunos tienen que importar todo».
De la misma forma, recordó que «en 2023, los combustibles subieron 260%» y que «los impuestos que gravan los combustibles por Ley se tienen que ajustar cada tres meses, según el costo de vida, y eso no ocurre hace dos años, y en algún momento va a haber que recuperar ese valor de los impuestos».
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