LA MIRADA DE UN PERIODISTA SOBRE LA DEPRESIÓN EN EL FÚTBOL
Roberto Parrottino se refirió a los casos de la enfermedad en la actividad deportiva y explicó las razones que encontró en sus artículos que abordó.
La muerte de Santiago el Morro García, a causa de un suicidio por cuestiones que todavía están siendo investigadas, levantó las banderas del fútbol argentino para puntualizar en este tipo de situaciones que normalmente pasan indavertidas o no tienen la atención que merecen. Sobre esta situación Roberto Parrottino, periodista de Tiempo Argentino, dialogó con el Tanke de Bunker: «La particularidad es que en el resto de la sociedad ese porcentaje, que en los futbolistas es de cuatro de cada diez, baja al 13 % de los que no son futbolistas. Esto también se basa en los futbolistas que decimos que están salvados, pero en realidad un número menor puede darse el lujo de no seguir trabajando luego del retiro. Una persona que se quiere dedicar a jugar al fútbol recorre un camino que es estresante, que a los 14 años te obliga a ser adulto y después está el día después, que a los 35 o 38 años seguis siendo una persona joven que a muchos les cuesta reinsertarse en la propia industria del fútbol».
Parrottino escribió varios artículos sobre esta situación y expresó que no es sólo cuestión del deporte: «Están inmersos en el fútbol, pero la enfermedad de la depresión excede al fútbol, no hay una monocausalidad para tomar esta decisión. Pero tampoco hay particularidades en los que tomar esta decisión, si se puede adjuntar del lugar y el contexto en el que vienen los chicos. La tasa de suicidio está centrada en los hombres, porque siete de cada diez son hombres los que toman esta decisión».
«El futbolista tiene todas las presiones, de los padres, de los presentantes, de los técnicos y cuando llegan se meten en una picadora de carne que es el fútbol. Luego, comienza la etapa después, donde los jugadores transitan momentos de ansiedad, de no saber qué hacer. Tras 15 años de tener todo claro», sostuvo con respecto al transcurso de un futbolista.
Sobre la atención que hay en los clubes argentinos, Parrottino manifestó: «De los 26 clubes de primera división, sólo seis clubes cuentan con un apoyo psicológico para sus jugadores del plantel profesional. Es una cifra muy baja y en general, ahora en las inferiores hay una especie de contención desde lo psicológico. Pero esa asistencia está enfocada al rendimiento o potenciarlo para que rinda en la cancha, pero no hacia la persona fuera de la cancha. Hay que tratar de buscar que el alto rendimiento sea salud».
Por último, se refirió al rol de la prensa en estos casos: «El periodismo deportivo predominante vimos cómo trató a personas como Ariel Ortega en su momento y lo pudimos comprobar con lo del Morro García, tampoco tiene que estar preparado para hacerlo. Lo que pasa es que está centralizado en pocos clubes y que además que un periodista esté hablando de un protagonista y no sea verdad, desde ese punto hay que ver cómo deben trabajar las críticas o cómo trabajarlas. Aunque que un coordinador de inferiores le diga una barbaridad a un pibe, le afecta más que un periodista que dice barbaridades».