Hurlingham

HURLINGHAM: UN POLICÍA DE LA CIUDAD Y UN DELINCUENTE MURIERON TRAS UN TIROTEO

Un efectivo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires fue asesinado de al menos un disparo en el pecho tras tirotearse con dos delincuentes que intentaron asaltarlo frente a su vivienda, ubicada en la localidad bonaerense de Villa Tesei, uno de los cuales también murió, mientras que el otro resultó herido.

El hecho sucedió anoche, cerca de las once y media de la noche, cuando un oficial mayor de la Policía de la Ciudad, identificado por los voceros como Fernando Oscar Méndez Bautista, de cuarenta y dos años, llegaba a bordo de una moto Rouser 200 negra a su vivienda de la calle Ernesto L. Plass al 4300, a pocas cuadras del cementerio, ubicado en la mencionada localidad del partido de Hurlingham, al oeste del conurbano.

El policía fue interceptado por al menos dos delincuentes armados, que también se trasladaban en una moto Honda 110 cc color roja.

En ese momento, el policía, que cumplía funciones en la División Disposiciones Protectivas de la fuerza de seguridad porteña, extrajo su arma y se tiroteó con los delincuentes.

Las fuentes indicaron que el oficial recibió al menos un disparo en el tórax y falleció producto de la herida recibida.

En tanto, los delincuentes lograron escapar con la mochila color azul del policía, que luego descartaron en el frente de una casa.

Más tarde, efectivos de la comisaría cuarta de Villa Mitre tomaron conocimiento de que uno de los sospechosos del asalto había sido hallado muerto sobre la calle Guayra al 4200, en Villa Tesei, y a tan solo una cuadra de donde se produjo el tiroteo.

En tanto, su cómplice, identificado por las fuentes como Nahuel Cataño, de dieciocho años, resultó herido y fue llevado por sus familiares al Hospital de Haedo, donde fue aprehendido por la policía.

En el marco de la investigación, los investigadores secuestraron en la calle Pedraza al 800, en Villa Tesei y a unos dos kilómetros del sitio del enfrentamiento, la motocicleta utilizada por los delincuentes en el hecho, que tenía manchas de sangre.

Por su parte, el arma reglamentaria del oficial Méndez Bautista, una Pietro Beretta calibre nueve milímetros, fue resguardada por el padre de la víctima, quien se le entregó a la policía para que se lleven a cabo las pericias correspondientes.

Fernando, vecino del policía asesinado, aseguró ante la prensa que escuchó «entre diez y once disparos» y que el efectivo «recibió tres disparos» en el pecho.

«Estaba en mi casa cuando sentí un forcejeo. Después se escucharon diez u once tiros. La ambulancia tardó más de media hora. Cuando crucé, estaba vivo pero grave», detalló, al tiempo que aseguró que Méndez Bautista era «muy buena gente».

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