Sociedad Argentina

“ZOE EN POCO TIEMPO VA A TENER SU PENSIÓN”

La lucha de Pablo Jeréz para conseguir una pensión por discapacidad para su hija tuvo amplia repercusión en los medios. Jugó y fue campeón del mundo con Boca, pero la vida le cambió cuando Zoe nació con hidrocefalia. El futbolista, que pasó por Deportivo Merlo y hoy juega en Midland, está feliz de obtener este beneficio para su hija.

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– ¿Te imaginabas tanta repercusión en los medios y con tus colegas?

– No me imaginaba que iba a tener tanta repercusión .Igualmente era  lo que buscaba, tratar de que se difunda, que se haga viral para poder llegar a alguna persona vinculada al poder o con llegada a la superintendencia de Salud de la Nación, para saber porque estaba archivado o encajonado el trámite de Zoe. A ella le pronosticaron un 99% de incapacidad laboral y nos pareció extraño que estando todo dado para que le salga la pensión por discapacidad el trámite estuviera parado casi 3 años. Por suerte, a través de las notas y redes sociales, di con gente que trabaja en Superintendencia de Salud y con conocidos en el poder, y por suerte el trámite pudo volver a circular. En poco tiempo Zoe va a tener su pensión y su cobertura médica.

Su hija nació en 2004, cuando Pablo conquistaba logros en el Boca de Carlos Bianchi, en esa época era un juvenil con una enorme proyección que incluso llegó a ser citado para una selección sub 23 de Marcelo Bielsa.

-¿Cuál es la enfermedad de tu hija?

-La enfermedad de ella es hidrocefalia, nació prematura, le agarró meningitis que le produjo esta  enfermedad. Tuvo muchas intervenciones en la cabeza que le dejaron secuelas. Tiene una lesión cerebral importante y un funcionamiento del 15% del cerebro.

Pablo recuerda que al principio con otra realidad como jugador podía costearse los gastos de los tratamiento de su hija: “En aquel momento yo estaba jugando en Boca y tenía un buen pasar. Yo pude de mi bolsillo pagar excelentes profesionales, excelentes centros de estimulación temprana. Cuando me fui a vivir a Santa Fé le armé un gimnasio en casa” recuerda.

El defensor tuvo todo para triunfar, ser vendido al exterior (lo había sondeado el Atlético Madrid) y “salvarse”, pero no se dio: “A ese nivel si uno no tiene alguien al lado que le haga poner los pies sobre a tierra, es muy difícil. La vorágine del Mundo Boca es difícil, y en un momento la 4 de Boca era mía. Yo me hacía jugando en Europa. Pero inconscientemente lo que pasó con mi hija jugó un rol fundamental. Muchas veces he ido a entrenar después de haber estado en una clínica toda la noche o durmiendo en una silla y en el fútbol de alta competencia si uno no tiene la cabeza tranquila es muy difícil”.

Por último Pablo se refirió a los padres que pasan algo similar y no tienen la suerte de ser escuchados o que le tienda una mano alguien con peso: “Lo único que me gustaría pedir a los gobernantes es que la burocracia no sean tan alta. Hay muchísima burocracia con médicos, tratamientos, medicamentos. Prestarle más atención a eso sería ideal”.

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