EL NUEVO CRONOGRAMA DEL SARMIENTO: UNA PESADILLA

Este martes comenzó a operar el nuevo cronograma del Sarmiento y es una verdadera pesadilla para los pasajeros y pasajeras.

Desde el pasado martes comenzó a operar un nuevo cronograma del Sarmiento, para los servicios eléctricos y a diésel. Sin embargo, lo que parecía ser una solución, se volvió una pesadilla. Esto generó, obviamente, un fuerte malestar en los usuarios, que no pueden llegar a tiempo a sus lugares de trabajo. Lo peor es que tan solo lleva dos días de implementación.

El nuevo cronograma del Sarmiento disminuyó el lapso de tiempo entre frecuencia y frecuencia. De esta manera, hay un significativo aumento de espera entre las formaciones, por lo que más gente se acumula en las estaciones. En la hora pico, el trayecto de Once-Moreno y Moreno-Once, el tiempo de espera es de 10 minutos.

Esto no sucedía con el cronograma anterior: la espera máxima era de 7 minutos, y contaba con una gran cantidad de servicios rápidos. Como si no fuera suficiente, la empresa Trenes Argentinos disponía servicios locales que partían desde Merlo, Castelar y Liniers, para aliviar la carga de pasajeros y que el viaje sea más ameno.

De esta manera, se empezó a vislumbrar, en las estaciones de los trenes, una gran cantidad de pasajeros que no pueden subir. Desde las 6 de la mañana, los pasajeros que quieren subir desde Padua hacia Once, no lo pueden hacer debido a la gran cantidad de personas que hay dentro de las formaciones. 

Como si fuera poco, desde el lunes 29 de julio que el Tren Sarmiento funciona con problemas operarios y no hay solución a la vista. La sospecha crece cada vez más desde el despido de Adrián Luque, el presidente de Trenes Argentinos. Desde ese momento, el servicio empeoró, lo mismo ocurre en la Línea Roca y Mitre.

Por su parte, los servicios de diésel también cuentan con una fuerte reducción. Tanto el ramal que une Moreno con Mercedes y el de Merlo con Lobos tiene un servicio menos en dirección.  Esto también genera una acumulación de pasajeros en los trenes y una sobrecarga en la parada de los colectivos.

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