CAMILA SALICE, UNA JOVEN ATROPELLADA QUE NECESITA AYUDA

Camila Salice, de 30 años, fue víctima de un grave accidente el 29 de septiembre pasado en la Panamericana, cuando el auto que manejaba fue embestido por un vehículo a alta velocidad. Tras el impacto, Camila quedó atrapada y sufrió heridas de extrema gravedad, incluyendo fracturas en su pierna y rostro. Luego de estar en coma y con asistencia respiratoria, la joven se encuentra fuera de peligro, pero sigue en terapia intensiva en el Hospital Municipal Melchor Posse de San Isidro.

El accidente ocurrió cuando Camila regresaba a su casa en Castelar tras una salida con amigos. Un Toyota Corolla, que circulaba a más de 150 km/h, impactó por detrás el Fiat Siena que conducía la joven. El golpe fue devastador, dejando atrapado a uno de sus acompañantes en la parte trasera. Mientras intentaban salir del coche, un segundo choque agravó la situación: otro vehículo embistió a Camila, aplastándola contra su propio auto.

Aunque ya superó la etapa crítica, ahora necesita dos cirugías reconstructivas. La primera será para reparar su pierna, que sufrió fracturas de tibia, peroné y fémur. La segunda intervención será en su rostro, donde también sufrió daños severos. Debido a la falta de cobertura social y a la burocracia estatal, su familia lanzó una campaña para reunir los $2.843.500 que costarán las prótesis y cirugías necesarias.

Romina, la hermana de Camila, lidera esta colecta, solicitando la colaboración de quienes puedan aportar. Los interesados pueden realizar transferencias al alias Romina.m.amengual, del Banco Santander. Camila sigue luchando por su vida y por poder volver a casa con su pequeña hija, quien espera ansiosa su recuperación.

Camila ha demostrado una increíble fortaleza durante su recuperación. A pesar de las múltiples intervenciones médicas y complicaciones, como infecciones intrahospitalarias y una neumonía que contrajo mientras estaba en terapia intensiva, la joven ha logrado superar cada obstáculo. Sin embargo, la incertidumbre sobre los tiempos de las cirugías pendientes y la falta de respuesta por parte de las autoridades agravan su situación. La demora en la entrega de las prótesis por parte del sistema de salud público pone en riesgo su salud, ya que cada día que pasa en terapia aumenta las probabilidades de nuevas infecciones.

La familia de Camila no pierde la esperanza y se ha volcado a la comunidad para conseguir la ayuda necesaria. «Estamos agradecidos por cada aporte, cada mensaje de aliento, porque sabemos que no estamos solos en esta lucha», expresó Romina. Mientras tanto, la pequeña hija de Camila espera con ansias el momento en que su madre pueda volver a casa. La familia mantiene la convicción de que, con la colaboración de todos, podrán juntar el dinero para las operaciones y que Camila recupere su calidad de vida, poniendo fin a esta trágica etapa.