PREVENCIÓN DEL DENGUE, DETECCIÓN Y TRATAMIENTO EN LA PROVINCIA
El Ministerio de Salud bonaerense está implementando un Plan Estratégico Integral para reducir el impacto del dengue con una estrategia que incluye capacitaciones a los municipios que atravesaron brotes años anteriores y el pedido de descacharrado a la población.
El dengue aumenta su incidencia en los meses de verano y es por eso que se busca reducir el impacto de esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, adaptado el trabajo al contexto del COVID-19 que se vive esta temporada.
De esta manera, el Plan Estratégico Integral se realiza a través de capacitaciones y asistencia técnica a los municipios que atravesaron los brotes más importantes los últimos años, así como también una estrategia de sensibilización a la población para promover las tareas de descacharrado en los domicilios. Por el contexto sanitario las capacitaciones al personal de los equipos de salud de los hospitales y centros de salud provinciales se llevaron adelante de forma virtual y se les capacitó acerca de cómo actuar frente a la sospecha de cuadros de dengue y otras arbovirosis, cómo manejarlos clínicamente en el contexto por coronavirus, y se capacitó a promotores y promotoras para el abordaje territorial en el actual escenario pandémico.
Siguiendo al Boletín Epidemiológico semanal emitido por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, se notificaron hasta la fecha un total 336 casos con sospecha de dengue, de los cuales 11 son casos probables, 51 fueron finalmente descartados y 274 persisten como sospechosos y es en las regiones sanitarias V, VI y VII que se concentran el 74% de los casos notificados.
Es importante destacar que las principales medidas de prevención domiciliarias para evitar que el mosquito se reproduzca en sus casas son: Eliminar todos los recipientes que pueden acumular agua y ser potenciales criaderos de mosquitos; tanques y cisternas para acumular agua, con tapa, tela mosquitera o similar para evitar que el mosquito ingrese; limpiar canaletas y desagües; lavar floreros y bebederos de animales cada dos o tres días y ponerles agua fresca; utilizar telas mosquiteras en puertas y ventanas; mantener el pasto corto; ante la aparición de algún síntoma no automedicarse y consultar al centro de salud más cercano o al médico.