Política Nacional

CIERRE DE TÉLAM: PELIGRA LA DEMOCRACIA

El cierre de la Agencia de Noticias, que fue un pilar informativo desde su establecimiento en 1945, plantea serias preocupaciones para la democracia. Esta decisión, tomada por el gobierno Nacional, deja a muchos comunicadores sin una fuente de trabajo, pero por sobre todo, de información crucial.

Todo estaba planificado: desde la confirmación del cierre de una de las agencias más importantes en América Latina, hasta la clausura, en cuestión de horas, de su redacción y página web. El domingo a la medianoche se informó por redes sociales que la redacción de Télam fue vallada por la policía porteña, noticia que generó reacciones en contra de la decisión del Gobierno.

Así, con ordenes del gobierno Nacional, los efectivos de seguridad cerraron los dos edificios de Télam en la Ciudad de Buenos Aires. Razón por la cual, este lunes está previsto para las 12.30 un “abrazo simbólico” en el que participarán trabajadores de la agencia, dirigentes de varios gremios y de la CGT y las dos CTA.

El cierre de la Agencia de Noticias Télam, fundada en 1945, representa un riesgo para la democracia. Esta decisión del gobierno nacional priva a la sociedad de una importante fuente de información, afectando a más de 700 empleados y comunicadores que dependían de ella.

El presidente Javier Milei justificó esta medida calificando a Télam como una «Agencia de Propaganda kirchnerista», empleando así una estrategia de desinformación y generando un clima de odio, elemento por el cual se sustentó en su campaña política y  escaló velozmente para llegar al gobierno. Este termino apunta, no solo hacia el Kirchnerismo, si no a todo aquél que piense diferente a como piensa el.

Pero, no es novedad que la Motosierra terminaría con todo, ya que antes de su ascenso a la presidencia, Milei utilizó las redes sociales para difundir fake news, contribuyendo a una atmósfera de  desinformación y falta de veracidad que llevó al 55,65% de la población a elegirlo como presidente.  La democracia, que  busca garantizar la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas,  peligra en todo el sentido de la palabra, ya que esta medida impacta directamente sobre la capacidad de los ciudadanos a elegir.

El cierre de Télam implica no solo un ataque a la libertad de prensa, sino también una estrategia para monopolizar la información y desacreditar fuentes independientes, que pone en peligro el acceso directo de la gente a información veraz y confiable, sin depender de medios sesgados políticamente.

Cerrar una institución tan importante como Télam pone en riesgo los principios democráticos y obstaculiza la comunicación libre y transparente, ya que Télam fue una pieza clave en el panorama informativo argentino durante 78 años. Su cierre representa una pérdida significativa en términos de acceso a la información y la diversidad de perspectivas en el país.

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