CAYÓ UNA RED DE PEDOFILIA EN EL OESTE
Las fuerzas policiales federales y bonaerenses realizaron allanamientos, donde lograron dar con una red de pedofilia en el oeste del Gran Buenos Aires.
Mediante la División de Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal Argentina, logró desarticular una red de pedofilia en el oeste del Gran Buenos Aires. También estuvo a cargo el Departamento de trata de Personas, Pornografía Infatil y Grooming de la Bonerense, para lograr dar con los malvivientes.
La pesquisa se llevó adelante de forma conjunta con fuerzas armadas de otros países: República Dominicana, Ecuador, Chile, Paraguay, Ecuador, Chile, Paraguay, Panamá, Puerto Rico, Costa Rica, Perú, México y Estados Unidos. Esto se logró gracias a constantes monitoreos virtuales, con herramientas tecnológicas avanzadas, que permitieron individualizar a los usuarios en línea que distribuían material obtenido del abuso a menores de edad.
Cabe destacar que en el operativo estuvo a cargo de los magistrados de los departamentos judiciales de La Matanza, Morón, Mercedes, San Martín, Moreno-General Rodríguez, entre otros, para llevar adelante 140 allanamientos simultáneos en todo el territorio nacional.
En total, se llevó adelante la detención de 30 personas, siete de ellas viven en la provincia de Buenos Aires. Ellos utilizaban una plataforma social de producción y transmisión “peer to peer” de ese contenido ilegal e individualizaron a 75 víctimas. Además, se secuestró una importante cantidad de dispositivos informáticos relacionados con la causa.
Los detenidos por la red de pedofilia en el Oeste
La circulación de material recopilada fue corroborada durante el periodo comprendido entre el 30 de agosto y el 6 de octubre de este año. Eso fue mediante una cadena de computadoras, donde todos se comportan como una serie de nodos, iguales entre sí.
Este procedimiento se llevó adelante en 62 localidades bonaerenses, bajo el rótulo “Operación Protección de las infancias II”. Su ejecución estuvo a cargo del Doctor Francisco Pont Vergés, de la Política Criminal de la Procuración General de Buenos Aires.
