La canasta escolar aumentó hasta 44%

Un informe de la UNDAV indica que los útiles escolares incrementaron su valor hasta un 44% promedio. Los sectores populares son los más afectados porque los artículos de menor valor fueron los que más aumentaron.

Se acerca el comienzo de clases, los comercios exponen los útiles escolares y los consumidores se espantan. Para este año, los padres pagarán hasta un 44% más que el año pasado, según un informe de la Universidad de Avellaneda (UNDAV), que colocó al valor de la canasta escolar en 3000 pesos.

Según el informe de la Universidad, los aumentos más importantes se produjeron en papel glacé, que subió los precios en un 80%; lápices negros sin goma x 3 unidades, 69%; pegamento de cola, 58%; juego de regla, escuadra y transportador, 55%, y lápices de color largos, 49 por ciento. En total, la canasta de 18 productos para el segmento de poder adquisitivo medio creció un 42 por ciento. En contraste, los productos que menos se incrementaron fueron los “marcadores finos x 12 unidades” (+8,7%), el “sacapuntas” (+13%), las “témperas surtidas x 5 unidades (+33,3%) y los “respuestos de hojas rayadas” (+35,1%).

“El alza generalizado de precios, en especial de servicios públicos, tiene impacto directo en aquellos bienes cuyo proceso industrial utiliza dichos insumos. Por ejemplo, la pasta celulosa y el papel se realizan consumiendo grandes cantidades de energía. Por eso, los cuadernos y las hojas para la escritura están dentro de los bienes que aumentaron más. Lo mismo ocurre con las ediciones e impresiones de libros”, señala el estudio.

La canasta económica, que contiene el incremento porcentual más elevado, tuvo una variación anual del 44,2%, mientras que la «premium» fue la que menos aumentó: 38,4 por ciento. Esto se debe a que cayó la demanda de los productos de las primeras marcas, y fueron reemplazados por segundas y terceras. Estos últimos no vieron tan afectado su nivel de ventas y por eso pudieron remarcar los precios en mayor medida.

«Este ‘efecto desplazamiento’ termina siendo perjudicial para los segmentos socioeconómicos medios y bajos, que ya no disponen de opciones más frugales para mover su canasta de consumo y no en todos los casos disponen de la opción de postergar compras o ‘reciclar’ materiales de períodos anteriores», asegura el informe de la UNDAV.

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