UNA FAMILIA DE MERLO NORTE HACE BARBIJOS Y LOS DONA
Sandra y su familia confeccionan barbijos en su casa. Ya donaron a los hospitales de Merlo, Bomberos, Policías y vecinos. «El Círculo» te cuenta esta historia de solidaridad en tiempos de Coronavirus.
Sandra vive en Merlo Norte. Su situación económica, como la de muchos argentinos, se vio deteriorada por la pandemia. Ella cuida a un abuelo, pero ahora no puede hacerlo y tampoco cobra.
Ella, junto a su familia en Merlo Norte, tenían hace tiempo un emprendimiento, en el que hacían bolsitas de friselina para cumpleaños.
Un estado de WhatsApp de una persona que pedía barbijos le dio la idea. Junto a dos de sus hijos y su nuera comenzaron a hacer barbijos, sin ningún fin de lucro, sino con la alegría de ayudar al prójimo en este momento tan especial.
Así fue como comenzaron, con los materiales que tenían que no eran muchos, sino lo que le había quedado de su emprendimiento. Máquina de coser mediante, se pusieron a fabricar los primeros 60 barbijos, que fueron donados al Hospital Eva Perón.
Sandra atiende a «El Círculo» y cuenta: «Es gratificante poder ayudar al otro. Hace tiempo no estaba haciendo bolsitas y vi el estado de WhatsApp de una enfermera y pensé, no me voy a hacer más o menos pobre por ayudar».
Sabida es la alta demanda de barbijos y como escasean en nuestro país. Sandra podría haber querido sacar algún rédito económico, sin embargo los dona a entidades que lo necesitan y que pueden lidiar con enfermos.
«Primero empezamos haciendo 60, después conseguimos otra friselina y le hicimos 100 más para el Hospital Eva Perón. Después nos contactamos con los Bomberos de Merlo, y donamos 40 barbijos para ellos, y les dijimos que nos pidan más si necesitan», cuenta orgullosa Sandra, y agrega: » seguimos entregando acá en el barrio, a vecinos, policías, conocidos», afirmó.
Ya donaron al mencionado Eva Perón, a la Clínica Provincial, Hospital Héroes de Malvinas, Bomberos, Recolectores de Residuos, a la Comisaría Merlo 1° y a vecinos.
La familia está confeccionando aproximadamente 100 barbijos por día, de los que no se lleva un solo peso, solo la satisfacción de haber ayudado y eso, eso también se contagia.