DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL ACV: ¿QUÉ ES Y CÓMO IDENTIFICARLO?
Todos los 29 de octubre se celebra en el mundo el Día de la Lucha contra el Accidente Cerebro Vascular, una enfermedad que ataca a 15 millones de personas cada año a nivel mundial. Es de vital importancia reconocer e identificar esta patología a través de los síntomas.
En primer lugar, el ACV, popularmente llamado derrame cerebral, es la sigla para accidente cerebrovascular, término médico usado cuando una parte del cerebro sufre infarto en general debido a una interrupción en la circulación de la sangre.
Hay 7 signos y síntomas clásicos del ACV que deben servir de alerta para que el paciente procure atención médica inmediatamente. La pronta atención en estos casos es fundamental ya que el tratamiento solamente es eficaz si iniciado en las primeras horas del infarto cerebral.
–Debilidad asimétrica en los miembros: Es un signo típico. La persona siente falta de fuerza en alguno de los miembros (un brazo, una pierna o un brazo y una pierna en un lado del cuerpo). La pérdida de fuerza motora puede variar desde una debilidad muy blanda hasta la parálisis total. Sin embargo, no es común que suceda en ambas piernas o brazos. Adormecimiento, hormigueo o una sensación de leves pinchazos de agujas también pueden estar presentes.
-Asimetría facial: La parálisis facial unilateral es otro signo típico del ACV. La desviación de la boca en dirección opuesta al lado paralizado es el signo más común y perceptible, y suele preservar la mitad superior de la cara, siendo el paciente capaz de ceñir la frente y levantar las cejas.
-Alteraciones del habla: El paciente con ACV puede presentar una gama de disturbios que, al final, se caracterizan por una dificultad en hablar. Las dos alteraciones más comunes son la afasia (incapacidad del paciente en nombrar objetos y cosas ) y la disartria (dificultad en articular las palabras. El paciente entiende todo, pero falta la habilidad motora para mover los músculos del habla de modo a articular correctamente las palabras).
-Confusión mental: El paciente puede perder la noción del tiempo, no sabiendo decir el año ni el mes que estamos. También puede quedarse desorientado espacialmente, no reconociendo el local donde está.
-Alteraciones en la marcha: Dificultad en el andar que puede ser causada por desequilibrios, por disminución de la fuerza en una de las piernas o inclusive por alteraciones en la coordinación motora responsables del acto de andar.
-Crisis convulsiva: Temblores motores generalizados asociados a la pérdida de consciencia. También puede ser una secuela, es decir que algunos pacientes se vuelven epilépticos después de un ACV.
-Coma: Reducción del nivel de consciencia, a veces no a punto de entrar en coma. La pérdida de consciencia suele ser un síntoma de un ACV extenso o un ACV hemorrágico. Es un signo de un pronóstico no tan favorable.
