ENTREVISTA A MARTÍN FRAGA HIJO DE DESAPARECIDOS DE MERLO
Entrevistamos a Martín Fraga, hijo de Silvina Paolucci y Jorge Fraga, ambos secuestrados en la noche del 25 de junio de 1978 durante la última dictadura cívico-militar. Su familia jamás volvió a verlos.
Martín tenía 6 meses cuando secuestraron a sus padres. Se los llevaron delante suyo y de su abuela en su casa de Gral. Las Heras, provincia de Buenos Aires, donde Martín vivió hasta los 8 años.
Actualmente Martín tiene 44 años, es profesor de Historia y vive en el partido de Merlo. En una charla distinguida nos contó sobre su historia.
«Con mi abuela no pude hablar mucho del tema, me iba dando información de a poco, me decía cosas sueltas, me iba preparando, pero siempre le hizo muy mal hablar del secuestro de mis papás» expresó. Y detalló que su abuela tenía mucho miedo; «yo creo que alguna amenaza le habrán hecho, porque le daba terror todo lo relacionado al tema, ella tenía miedo que me vengan a buscar a mi».
Sobre cómo se conocieron sus padres Martín precisó; «Mi papá militaba en la Juventud Peronista de la unidad básica de Parque San Martín de Merlo y mi mamá vivía acá en Merlo. Ella tenía una amiga que militaba en el Partido Intransigente, por lo que imagino que se habrán encontrado en alguna reunión, peña o fiesta».
«De mi papá supe que pasó por la comisaría 1ra de Moreno y luego por Campo de Mayo, por relato de testigos y gente que lo reconoció, pero de mi mamá no supe nada», compartió.
Martín militó en agrupación Hijos durante 12 años, habló de su experiencia en el espacio y «sentía que no tenía que quedarme solo con esto que me pasaba, no me sumaba quedarme ensimismado en mi historia» sostuvo y agregó que; «luche por algo más grande, algo que me trascendía y me excedía, eso fue un salto importante».
«Ellos sabían muy bien lo que hacían, se habían preparado para el exterminio que llevaron adelante» aseveró contra el cuerpo militar y demás fuerzas armadas que tomaron el poder.
«Venimos de una tradición de golpes militares y de dictaduras muy largas. Eso cuesta mucho sacar, en muchos aspectos, costará muchos años» contempló. Por último, se lamentó sobre la partida de sus abuelas y abuelos sin saber dónde estában y qué paso con sus hijos. Silvina, su madre, estaba embarazada cuándo la secuestraron, según pudo saber por amigas y otros testigos.
«Me hubiese gustado mucho que mis abuelas hubiesen sabido dónde están los restos de mis papás» finalizó y agregó; «la búsqueda continúa, no creo que termine nunca».