Sociedad Merlo

Ejemplos de vida

 

Jonathan Fabián Montans es un vecino de Merlo que trabaja como empleado de comercio e integra el seleccionado argentino de fútbol amputados.

 

Desde los 4 años se dedicó a hacer deporte pero su vida cambió repentinamente diez años después cuando tras una serie de estudios los médicos le detectaron un tumor Osteosarcoma Óseo Maligno.

 

“Fue una decisión difícil, tuve que elegir entre mi vida o el deporte, y elegí vivir”, expresó Jonathan, y agregó “los médicos le dijeron a mi familia que si no me amputaban, solo me daban tres meses de vida porque el tumor era muy grande”.

 

Su recuperación no fue fácil pero la sobrellevó de la mejor manera “en mi cabeza se me cruzaron muchas cosas, la vergüenza, la discriminación, las mujeres pero nunca me sentí diferente. Los chicos del barrio siempre me integraron, me llamaban cada vez que había fútbol, nunca me hicieron a un lado, eso fue muy importante».

 

Montans manifiesta que en esos momentos duros hay que aferrarse a la fe y a la familia: “la fe y el apoyo de mi familia fue fundamental. Ellos estuvieron y están siempre apoyándome. Jugamos en varios países y sabemos que no nos sigue nadie pero la familia siempre esta ahí”.

 

La vida le dio revancha a Jonathan, pudo realizar su carrera deportiva desde otro lugar y es así como en el 2008, tras una prueba, llegó a integrar el seleccionado Argentino, lo que lo convierte en un privilegiado y sostiene que “representar a nuestro país es lo mejor que me pasó”.

 

“Cumplí un sueño, la vida me dio revancha, lo vivo con mucha responsabilidad”, afirmó el jugador que viste la camiseta de nuestro país desde año 2010 hasta la actualidad en varios mundiales, copa América y Copa Confederaciones.

 

 

Si bien no recibe ninguna ayuda de la Secretaría de Deportes de la Nación, el municipio de Merlo, de la mano del Intendente Gustavo Menéndez y del Subsecretario de Deportes Lucas Scarcella, le brinda su mano cada vez que tiene que viajar a disputar los eventos internacionales con la selección.

 

Jonathan quiso dejarle un mensaje a las personas que conviven con alguna discapacidad: “Hay que tener ganas de seguir para adelante, una amputación no te impide de nada”.

 

 

“La vida sigue y es hermosa, uno es dueño de su vida y elige para que lado ir. El trabajo y el deporte dignifican. Te hacen sentir parte de la sociedad”, finalizó el hombre del seleccionado.

 

Jonathan es un claro ejemplo de que con esfuerzo y dedicación todo se puede. Rehízo su vida a través del deporte y el apoyo de los suyos. Formó su familia, tiene un trabajo y hoy se prepara para lo que será jugar la Copa América en el mes de noviembre en Brasil.

Botón volver arriba